Lujo deportivo combinado con las formas más puras de Lamborghini, un modelo que promete ser eterno.

Para ello vuelve a sus orígenes, recuperando elementos esenciales del primer Aventador, como la posición del motor (longitudinal posterior). Haciendo gala del lujo informal por el que destaca el diseño de La Fábrica de Santa Ágata, mezcla partes en negro y partes a color, las líneas puras y marcadas y el uso repetido de la fibra de carbono como elemento para la eficiencia y el decoro.